Amapola: Un cuento de hadas



En varias entrevistas Eugenio Zanetti, director de "Amapola", supo decir que la misma debía ser entendida "como un cuento de hadas", y que deseaba hacer una película sencilla, ubicando "un grupo de actores en una escenografía con unidad de lugar y de acción", pero es justamente el concepto de unidad lo que brilla por su ausencia en esta obra del ganador del Oscar a mejor diseño artístico por "Restauración" (1995).

"Amapola" tiene como protagonista a una niña del mismo nombre que vive junto a su familia, compuesta en su mayoría por artistas, en un lujoso hotel del Delta del Tigre: el Gran Hotel Amapola. En dicho lugar los conflictos sociales pasan inadvertidos gracias al aislamiento geográfico, y es en ese mundo idílico donde la historia se centra en la relación amorosa entre Amapola (Camila Belle) y el extranjero Luke (François Arnaud), llegado a la isla en el año 1966.

En ese momento el film da un salto temporal ubicándose en un mundo bastante más oscuro pero, como en todo cuento de hadas, siempre hay tiempo para que las cosas terminen ocurriendo de la mejor manera.

La cinta cuenta con un apartado visual deslumbrante, con marcados tonos sepia bañando gran parte de sus escenas, sumado a un vestuario y maquillaje exquisitos. El tratamiento estético le da al film ese aire onírico que deben poseer los cuentos de hadas, pero no todo es color de rosas en la opera prima del director argentino, ya que a la hora de intentar contarnos una historia, comienza a tornarse demasiado ambicioso, y ahí es donde el film comienza a perder cohesión.



Excesos de guion, con diálogos en inglés y castellano, que pretenden ser poéticos pero se encuentran impregnados de frases pomposas y artificiales. Un anti climático contexto histórico que nos llega a través de transmisiones radiales o televisivas bastante molestas e innecesarias. Actuaciones superpuestas que, a pesar de contar con muchos actores de primera línea, nunca terminan de ser verosímiles. El molesto uso de números musicales interrumpiendo la continuidad del relato, sin ningún otro motivo más que la sobrecarga de escenas de por sí sobrecargadas.

Y lo más notorio, la falta de mesura a la hora de contar una historia sin fuerza, repleta de clichés, que no logra transmitir nada de lo que se propone, durante sus primeros minutos por la ausencia absoluta de hechos conflictivos que articulen la narración, luego por la falta de creatividad a la hora de resolver una historia que bien podría haber sido sacada de una telenovela de la productora argentina Cris Morena.


En definitiva, una obra llena de excesos que demuestra el talento del director en cuanto a diseño artístico pero, a su vez, la falta del mismo a la hora de ponerse en el papel de director de cine.


¡Saludos internautas! 




Amapola: Un cuento de hadas Amapola: Un cuento de hadas Reviewed by Martín on 6/07/2014 11:14:00 a.m. Rating: 5

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