"El hombre duplicado": ¿Cómo saber quiénes somos?

El director de cine español Luis Buñuel decía que "el misterio es el elemento clave de toda obra de arte" y, al parecer, esta cita fue tomada como regla de oro por el director canadiense Denis Villeneuve a la hora de realizar "El hombre duplicado", libre adaptación de la novela homónima del célebre escritor portugués José Saramago .

El argumento nos introduce en la vida de Adam (Jake Gyllenhaal), un gris profesor de historia inmerso en una relación de pareja que no lo satisface y apesadumbrado por una rutina que lo agobia. En medio de una vida estéril y aburrida, decide ver una película que le recomienda un compañero de trabajo y, para su sorpresa, encuentra que uno de los actores del reparto es idéntico a él. Dicha situación desencadenara una obsesión desenfrenada por encontrarlo, lo que provocará consecuencias tan fascinantes como peligrosas.

A pesar de ser una historia ajena, Villeneuve señala en una entrevista que "El hombre duplicado" es para él una "obra muy personal", esto se pone de manifiesto cuando observamos el diseño de los escenarios, ya que el director construye una representación de la ciudad de Toronto al estilo de una gran megalópolis, con una atmosfera opresiva, donde se percibe un tono oscuro con cierto perfume a totalitarismo.

La edición de sonido es otro de los puntos fuertes de la cinta, ayudando a crear el clima de nerviosismo que nos invade durante gran parte de la misma.

Villeneuve destaca que Saramago en su novela "contaba algo profundo sobre la identidad masculina. La lucha interna del hombre contra los miedos y demonios que le impiden convertirse en adulto". Esto se refleja claramente en su adaptación de la misma, con personajes en constante tensión emocional, luchando permanentemente contra sus temores más profundos, que en algunas ocasiones son representados en el film de una manera realista y, en otras, con recursos de tintes surrealistas, dignos del legendario cineasta David Lynch, aunque bastante más moderados que los utilizados por el director norteamericano, con la clara intención de no romper la lógica del relato.

La disputa entre lo real y lo fantástico están siempre presentes durante el metraje, de hecho son una parte fundamental del mismo, y es un acierto del director mantener ese interrogante siempre en el aire: ¿Existe un gemelo malvado, o estamos en presencia de una fantasía masculina patológica?

"El hombre duplicado" es una película adulta, compleja, con un entramado intelectual que desafía la inteligencia del espectador. Un film abierto a múltiples interpretaciones y dueño de una carga simbólica notable que, sin dudas, será uno de los mejores thrillers psicológicos del año.