“Relatos Salvajes”: Perdiendo el control


Desde los créditos iniciales, mientras que junto con el nombre de cada actor que participa de la película van apareciendo figuras de diversos animales, ya podemos hacernos un poco a la idea de que es lo que quiso plasmar el director argentino Damián Szifrón en “Relatos Salvajes”, su tercer largometraje luego de varios años dedicados a la escritura y preparación de nuevos proyectos.  

El cineasta, reconocido por la exitosa serie de TV “Los simuladores”, vuelve al cine luego de sus dos primeras obras: “El fondo del mar” (2003) y “Tiempo de Valientes” (2005) con un film intenso, diagramado a modo de relatos cortos atravesados por una problemática común: la violencia derivada de la represión del deseo por medio de la conciencia, y las consecuencias que esto trae cuando los apetitos más brutales del ser humano se hacen imposibles de inhibir. 

 Según una entrevista realizada al director por el portal “Cines Argentinos”, la estructura de la cinta está inspirada en una serie de antologías del círculo de lectores denominadas “Relatos maestros”, donde se pueden encontrar diversos libros de cuentistas celebres de todas las nacionalidades. Además de ello, el cineasta reconoce en el mismo reportaje referencias en series clásicas como "Cuentos Asombrosos" o "La dimensión desconocida". 

Dentro la obra encontramos varias historias contadas a modo de tragicomedia, donde lo primero que impresiona es el parejo nivel actoral, desde el soberbio personaje encarnado por Leonardo Sbaraglia, pasando por el desafortunado ingeniero de Ricardo Darín, hasta la genial Érica Rivas y su papel de novia despechada (entre otras buenas interpretaciones), se hace difícil decir que alguno de los actores no estuvo a la altura, algo que se temía ya que no ha faltado oportunidad en la que tantas estrellas juntas terminan por “estrellar” grandes proyectos. 



Esta suma de buenas actuaciones le da al film de Szifrón calidad y coherencia, no solo en el aspecto actoral sino también en el narrativo, ya que filmando un largometraje segmentado en varios relatos se corre el riesgo de que alguno de los episodios tenga más fuerza que otro, pero claramente este no es el caso, porque a la eficacia de las actuaciones se le suma un hilo conductor dentro del argumento que va uniendo cada pieza de la historia de manera que el espectador no pierda en ningún momento el tema de fondo. 

¿Cuáles son los límites del autocontrol?, ¿Seriamos más felices dando rienda suelta a nuestra parte salvaje?, ¿Mas libres quizás?, algunas de las preguntas que deja una cinta donde el director disfruta poniéndonos continuamente en situaciones cotidianas sumamente irritantes en las que la realidad pone a prueba nuestra templanza. 



Nietzsche decía en su libro “La genealogía de la moral” cuando se refería a la “mala conciencia”  que “todos los instintos que no se desahogan hacia fuera, se vuelven hacia dentro”. “Relatos Salvajes” parece ser ese desahogo, esa bocanada de aire fresco que supone dar rienda suelta a nuestros deseos ocultos, aunque esto suponga en muchos casos actitudes de lo más primitivas. 

En definitiva, un film coherente, muy bien actuado, que trata una problemática sumamente actual de una manera correcta y efectiva. Para ver más de una vez. 

“Relatos Salvajes”: Perdiendo el control “Relatos Salvajes”: Perdiendo el control Reviewed by Martín on 8/22/2014 06:37:00 p.m. Rating: 5

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