"12 años de esclavitud": la consagración de Steve McQueen

Realmente no es fácil hacer un análisis de “12 años de esclavitud” que sea medianamente imparcial, sobre todo después de casi dos horas de ver una de las mayores atrocidades cometidas por el hombre a lo largo de la historia. Para empezar, lo que puedo decir es que si bien en el pasado se han hecho películas sobre el mismo tema, en mi opinión, nadie nunca antes lo había tratado con el rigor y la crudeza del director británico Steve McQueen.

Este es el tercer largometraje del cineasta de 44 años, con el que ha obtenido 9 nominaciones al Óscar, incluyendo mejor película y mejor director. Anteriormente había trabajado en películas como: "Hunger" (2008), donde se retrata los emotivos acontecimientos producidos durante una huelga de hambre del IRA en el año 1981, siendo la impactante ópera prima del director, ganadora del premio Caméra d'or durante el festival de cine de Cannes. "Shame" (2011), perturbadora película que narra la historia de Brandon, un neoyorquino con serios problemas para controlar y disfrutar de su agitada vida sexual. Con un tono artístico diferente a su primer film, McQueen plasma con maestría la desenfrenada vida de una persona con serios problemas de adicción al sexo.

La película fue filmada enteramente Nueva Orleans, Luisiana, durante el año 2012, y debuto en los cines estadounidenses el 18 de octubre de 2013.

12 años de esclavitud  

En principio tenemos que decir que la película esta basada en un hecho real ocurrido en 1850, "12 años de esclavitud" narra la historia de Solomon Northup, un culto músico negro -y hombre libre- que vivía con su familia en Nueva York. Tras compartir una copa con dos desconocidos, Solomon descubre que ha sido drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana

La obra que nos ocupa, cuenta con un excelente casting, entre los que destaca el impactante protagónico de Chiwetel Ejiofor (“Gangster Americano”), nominado para el premio de la academia como mejor actor dramático, encarnando al desdichado Solomon Northup. También es de resaltar, la estremecedora interpretación de Michael Fassbender (“Prometheus”), quien ya había trabajado con McQueen en sus dos anteriores películas, en el papel de Edwin Epps, un perverso terrateniente del sur de los Estados Unidos. 

Ademas cuenta con la presencia de la actriz keniana Lupita Nyong'o quien se pone en la piel de Patsey, una joven esclava deseada y ultrajada por el personaje de Fassbender. Por ultimo, hay que mencionar que también participa del elenco el popular actor Brad Pitt, de escasa participación en el film, pero con un papel sumamente importante para el desarrollo de la historia.  

Después de haber visto la ya mencionada “Hunger”, que a mi criterio es una de las películas más arriesgadas desde el punto de vista artístico de los últimos tiempos, se generaron en mí muchas expectativas respecto de este nuevo film del director londinense. Y debo decir en honor a la verdad, que estas fueron cumplidas con creces.

“12 años de esclavitud” no es una película más en la historia del cine, es sin dudas, un latigazo en la conciencia de gran parte del pueblo norteamericano, que aún hoy en día sigue glorificando ese pasado idílico, donde hacer el mal era una banalidad, y en el cual se deshumanizaba profundamente a gran parte de la población, sometiéndola a una de las peores cosas de las que puede ser partícipe un ser humano.

Sé que diciendo esto, corro el riesgo de incurrir en anacronismos, ya que la película transcurre en 1841, donde no existían los derechos humanos, y los valores morales eran completamente diferentes a los actuales. Pero en parte, mi reacción emotiva al escribir estas líneas, podría deberse a las magistrales escenas de la obra que nos ocupa. 

En cuanto al apartado visual del film, llama poderosamente la atención el trabajo de fotografía, donde es de resaltar el espléndido trabajo hecho por Sean Bobbitt. La técnica visual implementada es impresionante, realmente las imágenes de Nueva Orleans parecen sacadas de una obra del pintor norteamericano William Walker. Inmensos campos de algodón y fastuosas mansiones que contrastan con las miserables casitas en las que eran hacinados grandes cantidades de seres humanos (al servicio de la maquinaria esclavista), son los escenarios más perfectamente retratados en la película.

La crudeza de aquellos tiempos es plasmada con maestría por McQueen, con un estilo acertadamente pausado, sin dudas, con el objetivo de que el espectador no pierda ni el más mínimo detalle. La obra está bañada de abundantes planos generales, que por lo visto, ya son un sello del director, donde éste nos introduce en su mundo, nos orienta, y nos  hace cargo de lo que estamos observando.

El sonido es otro de los puntos fuertes de la película, donde se destaca un estremecedor viaje en barco, que nos hace dar cuenta que ir al cine, no es lo mismo que ver algo en la comodidad de nuestra casa. La música fue compuesta por Hans Zimmer, aunque el film también cuenta con piezas clásicas y otras tradicionales de Norteamérica como: "Trío en SI bemol, D471" de Franz Schubert y "Run Run Nigger" de John y Alan Lomax.

El guión del film, a mi entender, es bastante sencillo. Está claro que al director no le interesaba tanto lo que estaba contando, sino la forma en que lo hacía. Como ya les mencioné, hay muchas películas sobre la misma temática, pero ninguna filmada con la minuciosidad de esta verdadera obra maestra. Los personajes nos invaden, nos afectan, nos hacen sentir lo que están viviendo sin demasiadas explicaciones. Algo llamativo para el cine de Hollywood, que muchas veces trata al espectador de idiota, contándole hasta el más mínimo detalle, permitiéndole escasos espacios para la reflexión.  

En conclusión, “12 años de esclavitud”, es una película incómoda, molesta, que logra pegar en el lugar indicado, sin caer en la sensiblería barata. Sin lugar a dudas McQueen está creciendo a pasos agigantados, y creo que aunque no se lleve ninguno de los premios de la academia para los que está nominada, con el tiempo, su película se transformara en un clásico de culto. Por lo pronto, aquí ya tiene un adepto.

¡Saludos internautas!

Martin Fernando Beraza

@MartinBeraza